ESCULTURA

 

Experiencia creativa a pequeña escala referida a la sensualidad del tacto, en contraposición con las dimensiones y escala propias de los espacios paisajísticos y arquitectónicos.

 

A veces me preguntan sorprendidos mi formación académica, ¿qué haces esculturas?, ¿cómo hobby?, no puedo por más que sentirme contrariado. Ni soy el primero ni el último arquitecto que desarrolla esa actividad creativa. Pero no terminan ahí las preguntas, ¿y en qué material las trabajas?: en aluminio. A la respuesta de que las pienso, las dibujo y me las construyen, se vuelve a poner una vez más en cuestión mi labor creativa. El viejo concepto de que para crear hay que mancharse las manos (el barro, el polvo de la piedra, etc.) no encaja suficientemente con la fabricación externa.

 

Mi producción es escasa, no por mi propio deseo, la financiación provoca la escasez material de mis creaciones, lamentable pero cierto.

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© Víctor Díaz López