FIEDRICH NIETZSCHE (1844-1900)

Sobre el porvenir de nuestras escuelas (1872)

 

Tusquets Editores, colección Fábula. ISBN: 9788483103

Introducción, Giorgio Colli (1917-1979). Traducción, Carlos Manzano

 

febrero 2011

En 1872 el joven Fiedrich Nietzsche con tan sólo veintisiete años y recién publicada su obra “El nacimiento de la tragedia”, siendo profesor en la Universidad de Basilea imparte una serie de conferencias, dirigidas por el historiador Burckhardt, a la vez su profesor, en las que critica con dureza el sistema educativo alemán, confrontando la verdadera cultura con aquella otra que se imparte siguiendo los intereses del Estado, hacia a la especialización. El hilo conductor son las conversaciones que un viejo filósofo, alma de Shopenhauer, tiene con su discípulo. Dos estudiantes, el propio Nietzsche y su amigo Paul Deussen en su excursión por los bosques de Rolandseck a orillas del Rin, cercanos a la ciudad de Bonn, se los encuentran y al escucharlos, se ocultan para atender a sus disertaciones. La última conferencia relata cuando se dan a conocer al viejo filósofo para reconocerle su admiración y compartir sus postulados. Este poético entramado tiene sus antecedentes en los años adolescentes del propio Federico. El viejo filósofo sostiene la tesis de una cultura clásica, aristocrática, antimoderna, antihistórica y antiacadémica, que suponen la exaltación del genio, representados por el clasicismo y el romanticismo de Schiller, Goethe y Beethoven y los clásicos griegos Platón, Homero y Sófocles. De este libro, del que es necesaria pausada lectura, he seleccionado una serie de párrafos que me resultan contundentes en su pensamiento, tanto para la época en que se formularon como en el momento presente. Así mismo, encuadrado en las investigaciones que actualmente realizo sobre la formulación del paisaje en la literatura, he extraído aquellos párrafos donde el filósofo ambienta su excursión a Rolandseck.

 

 

EXTRACTOS

Primer Prefacio

…/··· Debemos ocuparnos del porvenir de esas instituciones alemanas, es decir, del porvenir de la escuela primaria alemana, de la escuela técnica alemana, del instituto alemán, de la universidad alemana: al hacerlo, renunciamos por ahora a cualquier clase de comparación y de valoración…/···

…/··· Dos corrientes aparentemente contrapuestas, de acción igualmente perjudicial y concordante en sus resultados, predominan en la actualidad en nuestras escuelas, que originalmente partían de bases totalmente diferentes: por un lado, la tendencia hacia la máxima extensión de la cultura, y, por otro lado la tendencia a disminuirla y debilitarla. De acuerdo con la primera tendencia, hay que llevar la cultura a ambientes cada vez más amplios; en el sentido de la segunda, se pretende de la cultura que abandone sus supremas pretensiones de soberanía, para ponerse al servicio de otra forma de vida, es decir, a la del Estado. …/···

…/··· en la misma medida en que una restricción de la cultura a pocas personas es una ley necesaria de la naturaleza y, en general, una verdad. En cambio, lo único que podrían conseguir esas otras dos tendencias sería fundar una cultura falsa. …/···

 

Segundo Prefacio

El lector del que espero algo debe tener tres cualidades: debe ser tranquilo y leer sin prisa, no debe hacer intervenir constantemente su persona y su “cultura”, y, por último, no tiene derecho a esperar –casi como resultado- proyectos. …/···

 

Primera Conferencia

…/··· cada uno de nosotros debía comprometerse a enviar cada mes, una producción propia, una poesía, o un ensayo, o un proyecto arquitectónico, o una composición musical: después, cada uno de los otros tendría derecho a pronunciar un juicio sobre dichas producciones, con la franqueza sin reservas que conviene a una crítica amistosa. …/···

…/··· Por hoy imitad solo a los jóvenes pitagóricos; tenían que guardar silencio durante cinco años, como discípulos de una auténtica filosofía, …/··· 

 

Tercera Conferencia

…/··· si consideramos el modo en que surge la mayoría de los profesores, y el modo como llegan a ser profesores de una cultura superior, ni siquiera nos asombraremos ya de la posición citada. Hoy en día, casi por doquier existe un número tan exagerado de escuelas superiores, que continuamente se necesita un número de profesores infinitamente mayor del que la naturaleza de un pueblo, aunque esté notablemente dotado, está en condiciones de producir. Llegan así a esas escuelas cantidad de incompetentes, quienes, con su superioridad numérica y con el instinto del similis simili gaudet, determinan el espíritu de dichas escuelas. …/···

…/··· La inmensa mayoría de los profesores se siente en su ambiente en esas escuelas, ya que sus dotes están en cierta relación armónica con el bajo nivel y la insuficiencia de esos escolares.

¿Adónde deberán huir esos pobres y numerosos profesores, a quienes la naturaleza no les ha concedido las dotes que les permita alcanzar una auténtica cultura, y que, más que nada tienen la pretensión de aparentar que se encaminan hacia la cultura, sólo porque los impulsa una necesidad, para ganarse el pan y porque el número excesivo de escuelas exige un número excesivo de profesores? …/···

…/··· ¿Existe verdaderamente una absoluta necesidad de que haya un número excesivo de escuelas de cultura, y de que, por consiguiente, resulte también inevitable un numero excesivo de profesores, cuando, en realidad, comprendemos claramente que la exigencia excesiva de ese número procede de una esfera hostil a la cultura, y que las consecuencias de ese exceso sólo serán ventajosas para la falta de cultura?

 

Cuarta Conferencia

Para vivir, para librar su lucha por la existencia, el hombre debe aprender muchísimo, pero todo lo que a ese fin aprende y hace como individuo no tiene nada que ver con la cultura. Al contrario, ésta comienza en un nivel, que está situado mucho más arriba de ese mundo de las necesidades, de la lucha por la existencia, de la miseria. …/···

…/··· una educación que haga vislumbrar al fin de su recorrido un empleo, o una ganancia material, no es en absoluto una educación con vistas a esa cultura a que nosotros nos referimos, sino simplemente una indicación de los caminos que se pueden recorrer para salvarse y defenderse en la lucha por la existencia. …/···

…/··· por un lado la masa obtusa, torpe, que se multiplica por instinto, y, por otro lado, a una distancia enorme, los grandes individuos contemplativos capaces de creaciones eternas…/···

 

Quinta Conferencia

…/··· Y, sin embargo, un príncipe alemán había dicho, según Goethe, refiriéndose a éstos: “Si yo fuera Dios, y hubiese previsto la aparición de Los bandidos, no habría creado el mundo”. …/···

…/··· cualquier clase de cultura se inicia con lo contrario de todo lo que hoy se elogia como libertad académica, es decir, se inicia con la obediencia, con la subordinación, con la disciplina, con la sujeción. …/···

TERMINOLOGÍA

AUGUR. Sacerdote de la antigua Roma que practicaba oficialmente la adivinación.

AURÍSPIDES. Adivino etrusco que examinaba las entrañas de un animal para obtener presagios en cuanto al futuro.

HIRCOCERVO. Animal quimérico, mitad macho cabrío, mitad ciervo.

MISTAGOGOS. Sacerdote grecorromano iniciador de los santos sacramentos.

 

SOBRE PAISAJE

Primera Conferencia

…/··· algo alejado y en posición vertical. Aquel campo se encontraba en el margen superior del bosque que cubre las bajas colinas de detrás de Rolandseck, sobre una pequeña meseta accidentada. Sobre la pendiente boscosa, había un pequeño claro que invitaba a sentarse y permitía extender la mirada hacia el Rin, por encima de los árboles y de la vegetación: de ese modo, el horizonte que resaltaba contra el grupo de árboles estaba formado precisamente por las líneas bellas y sinuosas del Siebengebirge y, sobre todo, del Drachenfeld, mientras que el centro de aquel sector circular estaba constituido precisamente por el Rin centelleante, que tenía entre los brazos la isla de Nonnenwörth. Tal era nuestro lugar, consagrado por sueños y proyectos comunes, …/···

Quinta Conferencia

…/··· desde aquel lugar de quietud, un poco más abajo del llano sin árboles en la cima del monte, se gozaba de una vista a través de las copas de los árboles, y que precisamente en el centro de aquella perspectiva circular se podía ver el Rin abrazando la isla de Nonnenwörth. …/···

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© Víctor Díaz López