FRANKENSTEIN O EL MODERNO PROMETEO

Mary Shelley. 1818

 

Cátedra Letras Universales. 7ª Edición, de Isabel Burdiel

ISBN 9788437614021

Edición de Isabel Burdiel

 

Octubre 2013

Cuando cayó en mis manos este libro de la edición de Cátedra y observe en su cubierta un trozo del cuadro El Mar Glacial (1824, museo de Kunsthalle, Hamburgo) del paisajista romántico alemán Caspar David Fiedrich (1774-1840), los comentarios de Luis y su comparación tan poco fidedigna con las películas que utilizan al monstruo como argumento, me incitaron a leerlo y quizás, a buscar algo más.

INTRODUCCIÓN

 

¿Quizás Mary encuentre en su dura infancia y juventud la génesis de la novela? Su madre, la denostada filósofa y escritora feminista Mary Wollstonecraft (1759-1797) muere al mes de su nacimiento. Sufre el desprecio y abandono de su padre, el escritor y filósofo precursor del movimiento anarquista, William Godwin (1756-1836) quien obvia los principios de igualdad postulados por su esposa en la educación de su hija. Mary Wollstonecraft Shelley, Godwin de soltera y casada (1797-1851), Mary Shelley como ella exige se grave en su tumba, conoce con 16 años a Percy Bysshe Shelley (1792-1822) escritor, ensayista y poeta romántico inglés admirador de su padre. Se casan a finales de 1818 emprendiendo un viaje por Europa con su hermanastra Claire Clairmontm madre de la única hija de Lord Byron, Shelley nunca regresará.

 

En 1916 en la Villa Diodati cerca de Ginebra, cuando reunidos Lord Byron y Claire Clairmont, Percy y Mary Shelley y William Polidori, Byron propuso que cada uno de ellos escribiese un «cuento de fantasmas» y, añadió: «Mary y yo lo publicaremos juntos». La génesis de la obra sale de una apuesta de salón que ganará la adolescente.

Completo trabajo el que realiza Isabel Burdiel en la introducción, la que finaliza con una serie de epítetos que resumen admirablemente la obra. «Un coro de voces que, en el umbral de la modernidad, hablan de ciencia y de revolución, de ética y de estética, del mundo de los afectos y del mundo de la razón, del mundo de los hombres y del mundo de las mujeres, de sus monstruosas relaciones y de la infinitamente más monstruosa relación del Yo consigo mismo a través del Otro. Del problema, en suma, plenamente contemporáneo, del ser y sus representaciones».

Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851)

VOLUMEN 1

 

Prefacio. Escrito íntegramente por Shelley y con carácter anónimo.

 

CARTA 1. A la señora Saville, Inglaterra. San Petersburgo, 11 de diciembre de 17...

Robert Walton a su hermana Margaret Saville antes de iniciar su travesía al Polo Norte.

 

CARTA 2. A la señora Saville, Inglaterra. Arcángel, 28 de marzo de 17...

Walton le avanza los preparativos del viaje, lamentándose de poder contar con un amigo con quien compartir sus experiencias y emociones.

 

CARTA 3. A la señora Saville, Inglaterra. 7 de julio de 17... 

Ya inmerso en los mares de hielo, todo marcha según lo previsto.

 

CARTA 4. A la señora Saville, Inglaterra. 5,13 y 19 de agosto de 17...

Encallados y entre una espesa niebla divisan en la lejanía un ser de apariencia humana, pero de gigantesca estatura, sentado en un trineo; a la mañana siguiente otro naufrago, un joven sin apenas aliento es recogido por la tripulación.

El capitán comienza a sentir afecto y admiración por su huésped y le expresa su deseo de encontrar en él un amigo. Víctor le contesta ...he perdido todo y no puedo empezar la vida de nuevo. Una vez decidí que el recuerdo de estos males moriría conmigo, pero usted me ha inducido a cambiar mis propósitos. No creo que el relato de mis desventuras le sea útil, pero, si quiere, escuche mi historia.

 

Capítulo primero. 

Presentación de su círculo domestico en Ginegra:

Su padre Alphonse Frankenstein se casó con Carolina Beaufort, la hija de su desgracio amigo. Su infancia y juventud fue dichosa, en compañía de su prima y futura esposa Elizabeth Lavenza, su amigo y compañero de colegio Henry Clerval y sus hermanos Ernerst, 6 años menor y William, el benjamín.

El contacto y posterior pasión por la filosofía natural, hoy ciencias naturales, cambió la vida de Víctor, desde el interés por la alquimia y los incipientes conocimientos de la electricidad, de la mano de Cornelio Agripa, Alberto Magno y Paracelso.

 

Capítulo 2.

Con 17 años y después de la muerte de su madre ingresa en la Universidad de Ingolstadt conocida en el siglo XIX por sus avanzados estudios en Medicina. Pese a la dolorosa partida, ansiaba descubrir el mundo y ocupar mi puesto entre los demás seres humanos. Conoce a los profesores Krempe vs director de “Lower School” y Waldman vs Adam Walter.

 

Capítulo 3.

Víctor vs Prometo.

Uno de los fenómenos que más me atraían era el de la estructura del cuerpo humano y la de cualquier ser vivo. A menudo me preguntaba de dónde vendría el principio de la vida. Para examinar sus orígenes debemos primero conocer la muerte.

Tras noches y días de increíble labor y fatiga, conseguí descubrir el origen de la generación y la vida; es más yo mismo estaba capacitado para infundir vida en la materia inerte. A Walton, que espera que le comunique el secreto que poseo. No seré yo quién le conduzca a la destrucción y la desgracia.

Decidí hacer una criatura de dimensiones gigantescas (8pies=2,44mts). Una nueva especie me bendeciría como a su creador.

Hurgando en la humedad de las tumbas; recogía huesos de los osarios; la mayor parte de los materiales me los proporcionaban la sala de disección y el matadero.

La autora elude el proceso de creación que tanto protagonismo ha tenido en el cine, la relación con la electricidad se le atribuye a la influencia de Galvani en el círculo de los Shelley.

 

Capítulo 4.

La creación de un ser y el abandono por cuestiones meramente estéticas por Víctor, su creador.

En una desapacible noche de noviembre contemple el final de mis esfuerzos.

Los sueños que durante tanto tiempo habían constituido mi sustento y descanso se me convertían ahora en un infierno.

Mi enemigo ciertamente había huido.

Una fiebre nerviosa me obligo a permanecer varios meses en cama. Tenía siempre ante los ojos la imagen del monstruo al que había dotado de vida, y deliraba, constantemente sobre él.

 

Capítulo 5.

Clerval le entrega una carta de su prima donde se interesa por su salud y lo pone al tanto de su familia, aparece el personaje de la sirvienta Justine. Le solicita les escriba el mismo y haznos felices.

Sus recuerdos le atormentan, pasando a odiar la filosofía natural y todo lo relacionado con ella (profesores e instrumental). Clerval y el tiempo favorecen la recuperación de su salud y su reintegración en la sociedad.

 

Capítulo 6.

Recibe una carta de su padre requiriéndole su vuelta urgente, su hermano William ha sido asesinado, ha aparecido, «con las huellas en el cuello del asesino».

En mayo regresa a Ginebra, a la llegada, ya de noche las puertas cerradas lo obligan a esperar, decide visitar el lugar donde apareció su hermano. En una sobrecogedora descripción del paisaje circundante narra la visión de la enorme criatura. «Un relámpago la iluminó y me descubrió sus rasgos con claridad. La gigantesca estatura y su aspecto deformado, más horrendo que nada de lo que existe en la humanidad, me demostraron de inmediato que era el engendro».

«¿Sería acaso –me estremecía sólo pensarlo– el asesino de mi hermano? Él era el asesino, no había duda. La sola ocurrencia de la idea era prueba irrefutable».

«Repase los sucesos que hasta el momento había tratado de olvidar: todos los pasos que di hasta la creación. Habían transcurrido ya casi dos años desde la noche en que le había dado vida ¿era éste su primer crimen¿ ¡Dios mío! Había lanzado al mundo un engendro depravado, que se deleitaba causando males y desgracias ¿no era la muerte de mi hermano prueba de ello?. Opte por guardar silencio».

Al llegar a casa su hermano Ernest le comunica la detención del asesino, Justine Moritz. Imposible, todos creen en su inocencia avalada por el propio Víctor que sabe quien es el culpable.

 

Capítulo 7.

El pueblo contra Justine.

Todos la consideran un ser despreciable, presionada termina considerándose culpable, el juicio popular culmina con un veredicto en el que todas la bolas son negras. Pide ver a Elizabeth quien termina considerando su inocencia, Víctor que la acompaña, conocedor de la verdad y guardando el más vil de los silencios se considera un ser miserable.

 

Magnifico capitulo, comienzo a despreciar a ese ser débil y mentiroso que no ha sabido medir el valor de la Naturaleza y la Ciencia.

Percy Bysshe Shelley (1792-1822)

VOLUMEN II

 

Capítulo Primero.

«... deambulaba como alma atormentada, pues había cometido inenarrables actos horrendos y malvados, sentimientos de culpabilidad me empujaban hacía un infierno de indescriptibles torturas».

«... vivía bajo el constante temor de que el monstruo que había creado cometiera otra nueva maldad, no deseaba más que extinguir aquella vida que tan imprudentemente había creado».

Víctor era presa de la soledad, dolor, tristeza, remordimiento y amargura, la pesadumbre también se cernía sobre su padre y Elizabeth. Dejan Ginebra y se trasladan a Belrive a propuesta del padre. En busca de mejorar los estados de ánimo realizan una excursión al valle de Chamonix, en los Alpes a orillas del Arve bajo la tutela del Mont Blanc. Se suceden las bellas descripciones de sus paisajes.

 

Capítulo 2.

En un día lluvioso Víctor en busca de una paz deseada decide subir a la cima del Montanver, donde se encuentra el famoso “Mar de Hielo”, morada de la criatura que ha buscado refugio ante el acoso del hombre.

Se produce un primer encuentro casual y sus primeras palabras:

«–Esperaba este recibimiento– todos los hombres odian a los desgraciados ...vos creador mío cumplid vuestras obligaciones y yo cumpliré la mías. Si aceptáis mis condiciones, os dejaré a vos y a ellos; pero si rehusáis, llenaré hasta saciarlo el buche de la muerte. No daré treguas a mis enemigos. Soy desgraciado y ellos compartirán mis sufrimientos».

Se suceden un intercambio de reproches y amenazas:

«Amo la vida, aunque sólo sea una sucesión de angustias, veo la felicidad de la cual sólo yo estoy irrevocablemente excluido. Suplico vuestra compasión y bondad.

Víctor lo amenaza con la muerte y su destrucción, ante lo que él le suplica: escucha mi relato, a lo que accede por compasión.

 

Capítulo 3, 4, 5, 6 y 7.

A partir de aquí narrará su evolución ante la vida como un ser humano más y sus primeros y desgraciados encuentros con los hombres, que huyen despavoridos o le apedrean. Pasa el invierno y la primavera escondido en una cabaña desde donde observa a una humilde familia, De Lacey, el padre ciego y sus dos jóvenes hijos, Agatha y Félix. Durante ese periodo goza observando sus relaciones y sentimientos. No tarde en comprender que sus expresiones de tristeza «... la pobreza, que padecían en grado sumo, era uno de los motivos de intranquilidad de esta buena familia».

Con el tiempo aprende a hablar, considera que su cerebro es cada día más activo y desea compartir sus sentimientos pero le horroriza su aspecto; «Admiraba las perfectas proporciones de mis vecinos, su gracia, hermosura y delicada tez. ¡Cómo me horroricé al verme reflejado en el estanque transparente!».

Pensaba que sus buenos gestos hacia ellos −les recogía leña, le quitaba la nieve del camino que la familia consideraba que eran realizadas por un espíritu bueno y maravilloso−, tras un primer rechazo se podría ganar su simpatía y afecto.

Con la llegada de la dulce y gentil árabe Safie en busca de su amado Félix continúa su aprendizaje. Aprende historia, política, sociedad y geografía, que reflejan la desigualdad, la maldad y la bondad del hombre, llegando a sentir asco y disgusto. Concluyendo que el conocimiento es la causa de su tristeza. Pensaba, que su único deseo era convertirse en un igual entre sus semejantes, pero ¡cómo podría ocurrir sí el no había nacido, ni crecido, sí había sido creado como un ser nauseabundo, deforme y enorme, sin ninguna relación con cualquier otro ser! «¿Era, pues, yo verdaderamente un monstruo, una mancha sobre la Tierra, de la que todos huían y a todos rechazaban?».

Encuentra 3 libros en el bosque y como ya sabe leer, conoce a Werther, Licurgo más que a Rómulo o, la suplica de Adán a su creador de una compañera, sintiéndose reconocido en estas historias. Ahora ya puede leer el diario de Frankenstein que encontró en una prenda suya, en él se relata su creación. «¿Por qué creaste a un monstruo tan horripilante, del cual incluso tú te apartaste asqueado?».

Después de un año ya está preparado para el encuentro con sus anfitriones, «...que estas amables criaturas me conocieran y quisiesen». Aprovecha que en casa sólo esta el ciego, le pide interceda ante su desgracia, cuando llega su familia Félix intenta matarlo, él sale huyendo despavorido.

 

Capítulo 8.

La desesperanza se ceba en el joven ser, el amor por el prójimo se torna en odio y venganza.

«...llevaba un infierno en mis entrañas, sembrar el caos y la destrucción y disfrutar con los destrozos. ...todo mi ser rezumaba amargura y hiel. Desde aquel momento declararía una guerra sin fin contra la especie, y en particular contra aquel que me había creado y obligado a sufrir esta insoportable desdicha».

Se encamina hacia Ginebra en busca de su creador pensado que él es el único que puede cambiar su sino, y exigirle piedad y reparación. En el camino salva una niña de morir ahogada en un río, en recompensa recibe un disparo en el hombro de un campesino.

Su siguiente victima será el hermano de Víctor al que encuentra en una cueva, tras insultarlo y amenazarle termina ahogándolo («¡Tú serás mi primera victima!»); colocará el colgante que lleva en el bolsillo de una mujer con la que se cruza (Justine).

La conversación en el primer encuentro entre el creador y este ser desgraciado termina con una petición. «Estoy solo, soy desdichado; nadie quiere compartir mi vida; sólo alguien tan deforme y horrible como yo podría concederme su amor. Mi compañera deberá ser igual que yo, y tener mis mismos defectos. Tú deberás crear este ser».

 

Capítulo 9.

«...me dedicaré por entero a la labor de destruirte, y no cejaré hasta que te seque el corazón y maldigas la hora en que naciste. Pese a todo, tengo la intención de razonar contigo. ...déjame comprobar que inspiro la simpatía de algún ser humano.

Me convenció. Accedo a la petición...».

Regresa con su familia a Ginebra.

 

 

VOLUMEN III

 

Capítulo Primero.

Ante la preocupación de su padre por su salud, le pidió que seria muy beneficioso se casara con Elizabeth, a lo que Víctor acepto. Esta decisión le obligaba a cumplir previamente la promesa que tanto había postergado. Decide marchar con Clerval dos años a Inglaterra para cumplir su objetivo.

 

Capítulo 2.

Llegan a Londres, después de unos meses parten hacia las montañas del norte de Escocia, al llegar a Perth abandona a Clerval para continuar sólo. Mientras se debatía, le perseguiría su criatura o se había quedado en Ginebra. «Me sentía como si hubiera cometido algún crimen, cuyo remordimiento me obsesionaba. Me sabía inocente, pero había atraído una maldición sobre mí». En una mísera choza de las islas Orcadas, encuentra un apartado lugar donde concluir a solas su labor.

 

Capítulo 3.

Han transcurrido ya 3 años desde su creación cuando emprende la creación femenina, pero aún se cuestiona si es un grave error continuar. Súbitamente aparece en la choza la poderosa criatura para comprobar el cumplimiento de su promesa. Víctor, en un arrebato, destruye su trabajo a medio concluir provocando un duro enfrentamiento.

«– Tu eres mi creador, pero yo soy tu dueño: ¡obedece!

– Tus amenazas no me obligaran a cometer tamaña equivocación.

– ¡Mortal!, te arrepentirás del daño que me has hecho. Estaré a tu lado en tu noche de bodas».

Al salir al mar para destruir las pruebas, naufraga, desembarcando en las costas de un pueblo de Irlanda, donde es violentamente llevado ante la presencia del juez Kirwin.

 

Capítulo 4.

Su hermano, Justine y ahora su amigo Clerval; le acompaña la muerte. Culpado por el crimen permanece 3 meses en la cárcel hasta que la acusación es desestimada, al comprobarse que estaba en las islas Orcadas cuando se halló el cadáver. El juez avisa a su padre que se desplaza a recogerlo, juntos viajan a Ginebra abandonando para siempre el país que había sido escenario de tantas tristezas.

 

Capítulo 5.

Recibe una carta de Elizabeth en la que le expresa sus temores y le pide sea sincero en su amor. El le responde, consciente a la amenaza del monstruo que está dispuesto a morir por conseguir su felicidad y que aleje de sus pensamientos infundados temores. Aunque le advierte que tiene un terrible secreto que se lo comunicara solo el día siguiente de su boda, fecha que se fija tan solo 10 días después de su llegada a Ginebra.

«Pero como si poseyera poderes mágicos, el monstruo me había engañado respecto de sus verdaderas intenciones; y mientras creía que estaba preparando mi propia muerte, lo que hacia era acelerar la de una victima muchísimo más querida». Sería en la noche de su boda, no en la ceremonia.

 

Capítulo 6.

El monstruo asesina a Elizabeth en ausencia de Víctor mientras lo busca. Ante la irremisible pérdida y en el temor de que termine con su padre y su hermano pequeño, vuelve a Ginebra.

«... había llegado al punto culminante del sufrimiento. Uno a uno me fueron arrebatados aquellos a quienes amaba; y me quedé solo. Me dedicaré, vivo o muerto, a conseguir su destrucción». Incluso solicita ayuda a la justicia que no le dio crédito.

 

Capítulo 7.

Decide abandonar Ginebra para siempre y dedicar el resto de sus esfuerzos en dar caza al engendro. Incluso en un último encuentro se burla de él, «y aquí empezó una peregrinación que sólo con mi muerte terminará». Ginebra, el Mediterráneo, Ródano, Mar Negro, Tartaria, Rusia hasta una última persecución en trineo por los mares helados del Ártico.

«A veces dejaba cosas escritas en los troncos de los árboles o talladas en la piedra, que me guiaban o avivaban mi cólera. “Mi reinado aún no ha acabado –éstas eran las palabras que se leían en una de las inscripciones–; sigues viviendo y mi poder es total. ¡Adelante enemigo!; aún nos queda luchar por nuestra vida; pero hasta entonces te esperan largas horas de sufrimiento.../··· que satisfarán mi odio eterno».

En los mares helados del Norte le pierde definitivamente la pista y exhausto encuentra el barco de Walton, en una carta le cuenta a su hermana Margaret todas sus peripecias, entre ellas una muy significativa, el rechazo de Víctor, a quien ensalza vehementemente, de dar a conocer el proceso de la creación ante reiteradas insistencias.

El desenlace es narrado en una serie de cartas correspondientes a los últimos días, antes de regresar el barco ante la petición de la tripulación. Víctor exhausto y enfermo le comunica a Walton su decisión de seguir para cumplir su promesa de acabar con su criatura. «Yo me quedo. Usted puede abandonar su objetivo; pero el mío me lo fijó el cielo, y no puedo renunciar. Desgraciado como es, debe morir a fin de que no pueda hacer desgraciados a los demás». Sintiéndose morir le llega a pedir al capitán que complete su misión.

Aunque Walton se deshace en elogios de su huésped y amigo, el encuentro con el engendro que viene a contemplar a su creador derrotado son las más bellas reflexiones que produce esta cruenta tragedia, cuyos únicos motivos residen en el rechazo a la fealdad y deformidad y, a la cruel venganza que desencadena tal sin sentido.

«...el ángel caído se convierte en pérfido demonio. Pero incluso ese enemigo de Dios y de los hombres tenia amigos y compañeros en su desolación; yo estoy completamente solo ¿Soy yo el único criminal, cuando toda la raza humana ha pecado contra mi? Yo, el infeliz, el proscrito, soy el aborto, creado para que lo pateen, lo golpeen, lo rechacen».

«...buscaré el punto más alejado y septentrional del hemisferio; haré una pira funeraria, donde reduciré a cenizas este cuerpo miserable ángel, ...el zarpazo del remordimiento no dejará de hurgar en mis heridas hasta que la muerte las cierre para siempre».

 

prólogo. edición de 1876.

 

Mary Shelley en el prólogo de la edición revisada por ella misma en 1976 dice sobre su personaje

«El artista quedo horrorizado ante su éxito y huyo de su odiosa creación sacudido por el horror. Esperaba que, dejada a su suerte, la débil chispa vital que le había transmitido se extinguiese y que la cosa que había recibido aquella animación tan imperfecta volvería a convertirse en materia muerta...».

Frankenstein de Mary Shelley

 

En la extensa filmografía basada en la novela de Mary Shelley, que comienza en 1910 con la película “Frankenstein” dirigida por J. Searle Dawley y con una última entrega aún en preparación y que estará protagonizada por James McAvoy (magnifico su trabajo en Trance de Danny Boyle) y Daniel Radcliffe (de Harry Potter a Frankenstein) en los papeles de Victor Frankenstein e Igor, el sirviente de origen fílmico, he decidido que sea primer acercamiento el film de terror americano dirigido en 1994 por Kenneth Branagh y coprotagonizada por Robert De Niro, la considerada más fiel adaptación del libro “Frankenstein o El moderno Prometeo” y una de las últimas realizaciones; quizás sea una pena que en el metraje y con los fines meramente comerciales se hayan eliminado determinas partes de la obra original que considero de gran valor. O, que como en muchísimas otras recreaciones de la novela, la espectacularidad en el nacimiento de la vida en la criatura, que por otra parte en la novela apenas tiene importancia, vaya en detrimento de otras sensaciones que podrían haber sido más fieles, en esta historia cargada de humanidad y de dolor, para nada de terror.


Como en la novela, el inicio de la acción sucede cuando el barco capitaneado Robert Walton (Aidan Quinn) en su intento por descubrir una ruta hacia el Polo Norte encuentra a ambos protagonistas en el mar Ártico. Al recoger al exhausto Víctor Frankenstein (Kenneth Branagh) y preguntarle por su destino, éste le narra sus desdichas (Mary no fecha los hechos con exactitud, el film los sitúa en 1794).

A partir de aquí y en un flash back comienza la narración. Los primeros y felices años de Víctor en la gran mansión de sus padres, afamado médico en Ginebra; la llegada a la familia de Elizabeth (Helena Bonham Carter) en adopción (no es presentada como su prima huérfana, capítulo 1 del volumen I). Continua en su juventud en la que descuella su pasión por las ciencias, comienza los experimentos con los rayos meteorológicos en su finca, aportación del film. Sucede la trágica muerte de su madre en el nacimiento de su hermano menor William.


Antes de partir para la Universidad de Ingolstadt en la vecina Alemania, promete ante la tumba de su madre que hará frente a la muerte; una bella escultura con un impresionante paisaje de los Alpes suizos de fondo preside la escena. Su padre le entrega el diario dedicado por su madre ausente y que tanta importancia tendrá en la historia. A partir de aquí se suceden episodios inventados, como el ya declarado amor de Víctor a su hermanastra, amiga y amante, a quien promete casarse a su regreso. Su inseparable amigo Henry Clerval (Tom Hulce) lo acompañará a estudiar medicina; recordemos que en la novela esta relación es favorecida por propio su padre, aunque fuesen su amigos, nunca fue a la universidad ni tuvo tanto protagonismo.


En la presentación del curso en la universidad tiene un encontronazo con el director Kempre ante su defensa apasionada de los alquimistas Paracelso, Alberto Magno y Cornelio Agripa, ganándose los favores del profesor Walkman, quien le muestra sus experiencias con la electricidad en la generación de vida, aunque ojo, le advierte que es un terreno peligroso al que no deberá acercarse.


Víctor y Clerval acompañan a un hospital en el que Walkman vacuna a pacientes en prevención del cólera, uno de éstos, cojo e interpretado por De Niro, lo mata. Víctor le roba sus apuntes y emprende su ambiciosa creación. Toma el cuerpo del asesino ajusticiado y el cerebro de su profesor más otros restos. Siguiendo sus apuntes sumerge el ser creado, siguiendo las notas de Walkman, en líquido amniótico y conecta unas clavijas a los puntos sensoriales marcados en la acupuntura china, lo iza hacia la linterna de su laboratorio para que un rayo le dé vida, y lo consigue, completa la invención heredada en la creación del mito de Prometo a través de los tiempos.


Pero el ser creado le resulta «defectuoso y lastimoso»; cuando éste huye, Víctor lo cree muerto por efectos del cólera, renunciando a seguir con sus experimentos. Elizabeth va a Ingolstadt a exigirle a Víctor su regreso, y ambos vuelven acompañados de su amigo Clerval, escenas que se alejan sustancialmente de la obra original. En el capítulo 6 del volumen I, se cifra en dos años el tiempo que trascurre para que se produzca un primer encuentro entre Víctor y su criatura, que ocurrirá tras el asesinato de su hermano menor William. El film narra los hechos con un hilo de continuidad en el que se suceden unos tras otros. En este primer encuentro entre ambos fortuito, será donde le reclame la creación de una compañera amenazándolo de muerte, tanto a él como a su familia (capítulo 2 del volumen II).


El cuerpo más interesante de la novela es reducido en exceso, el aprendizaje de la criatura y su larga estancia en la cabaña (sus personajes son simplificados y modificados), es aquí donde sus largas reflexiones en torno a la creación y la familia, unido a la desgracia personal de aterrorizar a todos por su presencia lo hunde en un gran pesar (capítulos 3, 4, 5, 6 y 7 del volumen II). El hallazgo del diario de Víctor le hace comprender su desgracia decidiendo ir a su encuentro, serán bellísimas las imágenes atravesando los Alpes de la mano del fotografo Robert Pratt.


La criatura busca a su padre en Ginebra, a su llegada se encuentra con su hermano pequeño William al que asesina, depositando un escapulario en la joven Justine que termina culpabilizada y ajusticiada por el pueblo, ahorcada en medio del griterío. Vuelven a resituarse los personajes con respecto a la novela mediante unas escenas excesivamente aceleradas (en el capítulo 8 del volumen I, Justine es condenada por la Justicia).


Continúa la aceleración del metraje fílmico. El encuentro en el “Mar de Hielo” vuelve a precipitarse, aunque afortunadamente los diálogos entre criatura y creador serán breves e intensos. «Hablo, leo y pienso y, sé cómo actúa el hombre»; «tu me distes la vida y luego me dejaste morir»; le pide «un amigo, un compañero, una hembra»; «por la simpatía de un ser vivo haría las paces con todo», concluyendo «hay amor tan intenso dentro de mi que tu no lo imaginas»; «hay una rabia tan intensa que tu no la podrías creer», «lo uno o lo otro».


Inicia la exigencia de crear una novia como el único fin a las amenazas de destrucción y muerte. Elizabeth le pide que se lo cuente todo o se marchará, Frankenstein sucumbe, abandona su promesa y se casa. La criatura observa escondido la noche de amor y lujuria de los recién casados. La ansiedad y temor de Víctor le hace partir con un grupo de hombres para dar caza al “monstruo”, quien despistándolos entra en su casa, mata a su padre y le arranca el corazón a su amada exclamando «yo cumplo mis promesas». La película hurta los capítulos 1 a 4 del volumen III, episodios en los que Víctor y Clerval parten hacia Inglaterra, en Perth abandonará a su amigo para cumplir su promesa, la creación de una compañera, hechos que deberían ocurrir en las islas Orcadas. La criatura observa como Víctor renuncia a lo pactado. Ante tal desaire asesina a Clerval, el desgraciado es inculpado por tan horrendo crimen y es encarcelado en un pequeño pueblo de Irlanda.


Las escenas de amor pasión y odio se suceden, la desesperación lleva a Frankenstein a devolver la vida a su amada Elizabeth con sus propios medios, lo consigue pero las escenas de horror que se suceden terminan con la inmolación de su amada vestida de novia para la ocasión.


Parece que el final quiere reconciliarse con la novela. De ser una reflexión sobre la creación, los progenitores, la familia, la amistad y la educación, frente a la irresponsabilidad de creerse el joven Prometeo, ha girado en torno al amor, el horror y la brutalidad. De nuevo nos encontramos en el barco, Víctor muere y la criatura se abraza a él en su pira sosteniendo el cadáver de su padre.

Antes en su lecho de muerte le contesta a Walton, «él jamás me dio un nombre».

La historia y nosotros lo conocemos por Frankenstein.

Gene Wilder y Peter Boyle

El jovencito Frankenstein

 

Pese haber recelado de escoger esta película como una de las posibles recreaciones de libro de Mery Shelley en tono de comedia, después de visionarla varias veces, me parece una obra esplendida, pese a los desbarres y caricaturas, a veces ridículos, dota a la criatura de una ternura e inteligencia muy cercanas a la que propuso la autora de la novela. El final no tiene desperdicio.


Esta comedia americana estrenada en 1974 con guión de Gene Wilder y Mel Brooks y dirigida por este último es una película que parodia los clásicos films de terror basados en la novela de Shelley. Incluso es rodada en blanco y negro para conseguir la ambientación de las cintas de la época, apoyándose en recursos idénticos, como la tipografía de los créditos o, las transiciones en los cambios de planos utilizados en décadas pasadas.


Esta desternillante historia comienza cuando el doctor Federico Frankenstein (Gene Wilder), profesor universitario estadounidense se despide de su novia Elizabeth (Madeline Kahn) con destino a Transilvania a donde se dirige para recibir la herencia de su famoso abuelo, del que siempre ha renegado, incluso cambiando su apellido a “Fronkenstin”. En la estación lo recoge el que será su asistente, el jorobado de ojos saltones Igor (Marty Feldman), que lo llevará a su castillo, allí lo recibirá la atractiva Inga (Teri Garr) asistente personal y Frau Frau (Cloris Leachman), la ama de llaves.


Al descubrir los diarios del autentico Frankenstein y la magia de su laboratorio decide continuar con sus labor y crear una nueva criatura, contando con la inestimable y abnegada ayuda de sus ayudantes. Roban el cuerpo recién ejecutado de un gigantesco criminal, Igor será el encargado de traer del depósito de cerebros que hay en la ciudad el del científico Delbrück; al cogerlo se le cae el frasco y se destroza, lo remedia agarrando el que tiene más a mano, uno en cuya etiqueta reza “do not use this brain ABNORMAL”, que Federico, sin saberlo lo coloca en la cabeza de la criatura (Peter Boyle). Siguiendo la tradición fílmica el cadáver es izado hasta la supuesta claraboya en el tejado del laboratorio que uso su abuelo, al recibir la descarga de un rayo resucita a la vida. Nervioso ante tanta presencia, lo único que lo calma es la música del violín que toca Blücher. Sus primeros torpes movimientos y huir atemorizado del fuego hacen sospechar a Frederick, al preguntar a Igor, le confiesa el desatino y el nombre que aparecía en la etiqueta del tarro que cogió.


Los ciudadanos están inquietos ante la posibilidad de Frederick continúe la obra de su abuelo. Las indagaciones acerca de lo que sucede las realiza el inspector Kemp quien acompañado de un grupo de hombres se acerca al castillo para solicitar al nieto de Frankenstein que no de vida a ningún tipo de engendro. Cuando vuelven al laboratorio él no está, Blücher lo ha liberado.


Comienzan a sucederse escenas que parodian tanto al libro como a las muchas películas que en él se han basado, aparecen una niña y un ciego. Pero este monstruo es más cariñoso, humano y simpático. Incluso formará pareja con Federico en la actuación de un musical, pero la mala fortuna del estallido de una bombilla hace que se enfurezca y sea encadenado y llevado a la cárcel. Mientras tanto la novia de del joven médico ha llegado de EEUU para visitar a su novio. Lo más sorprendente está por llegar.


La criatura se escapa y se encuentra a Elizabeth a quien secuestra llevándosela a una cueva, cuando la va a violar ella le ve su enorme pene y todo se vuelven gozos y miradas de complicidad, hasta siete veces hacen el amor, los desde ahora nueva pareja. Pero la criatura regresa al castillo, allí lo espera el doctor para sacrificarse en un nuevo experimento e intercambiarse sus cerebros, ¡pero no saldrá del todo desfavorecido!. La otra pareja, Federico e Inga, su bella asistente disfrutan de también de la transferencia, ya que él ha mejorado terriblemente su miembro. La felicidad en el lecho conyugal de las dos parejas es un inmejorable colofón para esta tierna comedia.

Lon Chaney Jr y Maria Ouspenskay

Frankenstein y el Hombre Lobo

 

Éste es el film que mas se aleja de la novela de Selley, quizás únicamente tome el nombre que adquirió la criatura a través de sus muchas interpretaciones en el cine. Solo es un pretexto que busca el licántropo Talbot para salvarse de sus propios sufrimientos.


Es la primera película en la que los Estudios Universal fusionan a los dos iconos de la literatura gótica romántica de finales del XIX, fue dirigida en 1943 por Roy William Nelly con guión de Curt Siodmak, suponiendo la secuela de la película de la misma saga, ”El hombre lobo” y dirigida en 1941 por George Waggner. La historia que a priori es bastante disparatada se apoya en el excelente trabajo de Lon Chaney en el papel de Larry Talbot, la madurez de su mirada triste en esos tonos grises brumosos del cine negro de los 40 consigue llenar por si sólo todo el film.


La narración se inicia cuando dos ladrones en una noche de luna llena entran en el panteón de los Talbot en el cementerio de Lanwelly, buscan el reloj, el anillo y el dinero escondido en le chaleco del difunto Lawrence Taltot (Lon Chaney) cuyo cuerpo incorrupto (murió 4 años antes en el fil de Waggner) resucita bajo los rayos de la luna matando a uno de los malhechores, el otro huyo despavorido.


Encontrado malherido en una calle del pueblo es llevado al Hospital de la Reina donde lo curará el doctor Frank Mannering (Patric Knowels). Larry se confiesa como un asesino al convertirse en una terrible bestia victima de una maldición producida por la mordedura de una extraña criatura. Le pide ayuda antes de cometer un nuevo crimen, pero no le cree; busca la vieja gitana Maleva (Maria Ouspenskaya) cuyo hijo fue el licántropo causante de su desdicha. La solución la tiene el doctor Frankenstein.


En su búsqueda llegan a Visalia, pequeña población en las montañas de Rumania donde el recuerdo del doctor Frankenstein, su monstruo y su magia negra son únicamente malos recuerdos para sus vecinos. La luna llena provocará un nuevo asesinato, una niña; unos dicen que ha sido el monstruo, otros que un lobo. El pueblo enfurecido, encabezados por el iracundo tabernero (Rex Evans) sale a la búsqueda del asesino, aunque no encuentran nada. Talbot se refugia en las ruinas del castillo a las afueras del pueblo y descubre a la criatura (Bela Lugosi) dentro de un sarcófago de hielo del que la libera. Es un ser torpe que no habla, tan solo gruñe, ojos cerrados y brazos rígidos, anchos hombros y andares patosos; es el arquetipo del monstruo que el cine nos ha ofrecido hasta la saciedad.


Con el pretexto de la compra del castillo visita el pueblo la hija del doctor, la baronesa Elsa Frankenstein (Ilona Massey). Talbot la consigue llevar al laboratorio de su padre entregándole su diario “el secreto de la vida y la muerte”. El doctor Mannering que los acompaña descifra el diario, llega a la conclusión de que son los polos opuestos del artilugio eléctrico, aún en buen estado de Víctor Frankenstein, los que generan la vida y, los del mismo signo la anulan, precisamente lo que desea Talbot, descargar la energía del licántropo que lleva dentro y morir. El médico desea antes que nada ver la potencia máxima de la maquina, hombre lobo y monstruo luchan en una encarnizada pelea al parecer por Elsa.


Pero todo acabará felizmente, el tabernero desoyendo las indicaciones del alcalde (Lionel Atwill) dinamita la presa de la que se alimenta el generador y que esta por encima del castillo. Las aguas turbulentas lo arroyan todo a su paso provocando la muerte de los dos únicos seres que han permanecido en su interior. Elsa y Mannering parecen una feliz pareja con futuro, Maleva descansa ante el alivio del licántropo muerto y el pueblo delira de alegría ante la desaparición del monstruo y el castillo.

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© Víctor Díaz López