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CONCURSO DE IDEAS

PARA LA REALIZACIÓN DE UN MONUMENTO

PROMOVIDO POR EL ÁULA PARA LA RECUPERACIÓN DE

LA MEMORIA HISTÓRICA

EN EL CEMENTERIO DE SEVILLA

 

LEMA: SEMPERVIRENS · SEMPERVIRENTE

marzo 2011

MANUEL RUIZ BENAVENTE, colaborador

EL LUGAR

 

Ubicar el monumento a la memoria histórica en el cementerio de San Fernando es el punto de partida y génesis del mismo, evoca las primeras imágenes de un objeto que se inspira y que quiere incorporarse como un elemento más, en un recinto que con el paso de los años ha conseguido abstraerse de la urbe que lo rodea. Construido en 1852 tiene su origen en la necesidad de la ciudad de dar respuesta a los enterramientos de sus vecinos, concentrándolos en un sólo lugar, ya que los camposantos existentes hasta entonces se encontraban copados a causa del crecimiento demográfico y las periódicas epidemias que azotaban a la población. Se organiza según una gran calle central que parte de una glorieta de acceso desde el exterior. Este hermoso paseo, al igual que los secundarios, que en su día fueran de albero, se encuentran abovedados con grandes cipreses centenarios, a través de cuyas copas se divisa un cielo fragmentado. De esta avenida parten calles secundarias, ortogonales a la principal y que registran toda su superficie. A ambos lados encontramos los panteones, mausoleos y tumbas bellamente decorados, de toreros, cantaores y personajes ilustres.

 

La palabra cementerio, toma su raíz etimológica del griego koimetérion, que significa dormitorio, según la creencia cristiana, pues en éste los cuerpos dormían hasta el día de la resurrección; lo entendemos también como el lugar donde se depositan los restos mortales de nuestros difuntos, cuyos cuerpos se pueden introducir en ataúdes, féretros o sarcófagos, o simplemente envolverse en telas, para ser enterrados bajo tierra o depositados en nichos, mausoleos u otro tipo de sepulturas. Son lugares compartidos por todos los miembros de la comunidad, sin distinción de clases sociales, si bien cada familia puede disponer de un espacio determinado. El mausoleo es un monumento funerario originalmente destinado a príncipes, reyes o notables, que afortunadamente ha sido extendido para el resto de los mortales. Suelen contener el sepulcro, lápida generalmente de mármol, hermosamente esculpida y ligeramente elevada respecto del suelo, que cubre la sepultura.

 

Espacios que tradicionalmente han sido plantados con cipreses, árbol mediterráneo que simboliza la unión entre cielo y tierra, pues su tronco y sus raíces se alzan y descienden profundamente hacia el centro de la tierra, así como hacia la morada de los dioses. Árbol sagrado entre numerosos pueblos gracias a su longevidad y a su verdor, símbolo de duelo que, por su resina incorruptible y su follaje persistente, evocan la inmortalidad y la resurrección, al mismo tiempo, un símbolo de la generación, de la muerte y del alma, ha tomado una significación funeraria, desde los tiempos paganos y asociado con la idea de la muerte.

LA MEMORIA

 

Individual y subjetiva, la memoria se contrapone a la historia, ya que no se basa en individualidades subjetivas, sino en la investigación intelectual de los datos empíricos que sobreviven del pasado. Un pueblo que desconoce su historia está condenado a repetirla, un gobierno que intenta tergiversar y manipular la historia en su propio beneficio está destinado a extinguirse. Pero en un país dividido por una guerra, la memoria compartida sólo puede construirse sobre la decisión de echar al olvido el pasado, como lo comprendieron Indalecio Prieto y José María Gil-Robles, ya desde los primeros años de la posguerra. La memoria histórica es un concepto relativamente reciente que viene a designar el esfuerzo consciente de los grupos humanos por entroncar con su pasado, sea éste real o imaginado, valorándolo y tratándolo con especial respeto. La historia misma puede definirse como la ciencia de la memoria, y las instituciones encargadas de elaborarla, estudiarla, conservarla y perpetuarla serían las instituciones de la memoria, historiadores, academias, universidades, archivos y bibliotecas son sus soportes documentales. Los actos conmemorativos y fechas simbólicas son especialmente fundamentales, cumpliendo un papel muy importante los espacios simbólicos, los espacios materiales son fundamentales para recordarlos. En las últimas décadas, los grupos sociales afectados han impulsado un fuerte activismo social, orientado a desmitificar estereotipos en la búsqueda y reconstrucción de estos procesos, siendo los lugares de enterramiento no convencionales, como fosas comunes y cunetas, donde terminaban los fusilados en la guerra civil, cuya localización y destino son uno de los objetos principales en el debate surgido en los últimos años.

 

Para elaborar este listado se ha seleccionado de la publicación reseñada una serie de voluntarias antifascistas de amplio espectro: distinta procedencia social, ideológica, nacional, profesional, pero con el nexo común de la defensa de la democracia, de la libertad y de un amor especial a España que se mantuvo ya de por vida. Con este fin se habían unido al desfile, un desfile que condujo a muchas de ellas a pagar con la vida su osadía; otras, atrapadas de por vida por ese amor solidario, no han querido abandonarnos: sus cenizas reposan en nuestro suelo. MUJERES EN “TIEMPOS DE CANALLAS”. (BIOGRAFÍAS, AUTOBIOGRAFÍAS Y MEMORIAS DE MUJERES) de Rosa María Ballesteros García, Universidad de Málaga (SEIM). Damas rojas sobre fondo bélico.

EL MONUMENTO

 

Se concibe como panteón-memoria a todas las víctimas de la guerra civil española y, en especial a las del franquismo. Un espacio para el recuerdo, la meditación y la esperanza. Cuatro son los elementos que lo configuración.

 

La Tierra en el basamento, como materia, elemento en el que se siembra, que se llena, que se tiene y se posee y, que también absorbe, territorio de arriendo y de caza, medida de la riqueza y de poder, también la casa y la madriguera, símbolo de protección y refugio contra las amenazas del exterior y sostén de nuestras vidas.

 

El Cielo, a donde apuntan las miradas, los recuerdos y las esperanzas. El Cielo, como esfera celeste, firmamento azul y espacio diáfano que rodea la Tierra, morada de dioses, ángeles y nuestros espíritus y al que apuntan todos los elementos construidos que materializan el mausoleo. Representa la ligereza, la flexibilidad y movilidad, la liberación, vuelo, equilibrio, difusión y que nos libra de trabas y opresiones, que es el fin de las rutinas y el aliento de aventuras. La eternidad como tiempo fuera del tiempo y ausencia. Creamos o no en el más allá, éste nunca podrá sustituir al recuerdo. Como sostenía el filósofo griego Aristóteles “la materia, el movimiento y el tiempo deben haber existido y existirán eternamente”.

 

El Monumento, la escultura, el panteón, el mausoleo, como santuario, estupa o túmulo funerario, es el lugar donde se encuentran los recuerdos, los nombres, los deseos y las frustraciones. Configurado como una esbelta figura de revolución que se mira en los cipreses y que como ellos apunta a la bóveda celeste, al cielo infinito, compuesta por doce columnas, los doce meses del año que completan el círculo del tiempo, orientado norte sur para apoyar en el cuadrante correspondiente a la estación primaveral la vegetación que con el discurrir del tiempo cubrirá la estructura. Estructura que sostendrá oras dos figuras de revolución, la exterior, traslúcida, con malla de soporte para las trepadoras. La interior con forma cónica, supondrá el espacio místico, a modo de cúpula abierta en su cenit, donde quedará enmarcado el Cielo. En su interior encontraremos las inscripciones con los nombre de todos aquellos que dieron su vida, víctimas de franquismo.

 

La Vegetación: se plantarán tres familias de trepadoras apoyadas en los meses-columnas de la primavera, transición entre invierno y verano, representar la vida, el crecimiento, el brote de las hojas. Irán tapizando el cilindro cónico exterior en el transcurso del tiempo. Hiedra (Hedera helix) de follaje perenne en creciente cobertura, desde antiguo se la asocia con la inmortalidad, como en las decoraciones de vasijas cerámicas de la antigua Grecia, asociada también a la fidelidad por la forma en que se entrelaza al crecer trepando. Parra Virgen (Parthenocissus quinquefolia), de la familia de las vitáceas; Planta leñosa trepadora de hojas caducas, con numerosos zarcillos que en sus extremos cuentan con pequeños discos adhesivos. Las hojas son alternas, compuestas, de contorno elíptico u abobado y margen aserrado. Flores muy pequeñas de pétalos verdes, sus frutos son pequeñas bayas de color azulado oscuro. Sus hojas pasan del verde oscuro en verano a un intenso color rojo en otoño hasta que se desprenden de las ramas a medida que avanza éste. Glicinia (Wisteria sinensis) planta leñosa, trepadora y de espeso follaje, hoja pinnada verde brillantes, flores blancas y violetas, en racimos colgantes primaverales. De crecimiento enérgico, usan sus tallos para treparse sobre otras plantas, enrollándole en sus ramas como soporte.

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© Víctor Díaz López